Dulcemente verde,
como el campo de juego,
deslumbrante e inesperada,
arrancando ovaciones,
endulzando el corazón.
Con movimientos inesperados,
cadenciosos y sutiles,
escondiendo el preciado objeto de juego,
llevando el corazón a mil.
Carismática y radiante,
sorpresivamente bella e inesperada,
haciendo soñar,
ansiar aún más magia.
de esa que explota los sentidos.
Imponente e inquietante,
provocando mieles y suspiros,
sueños y alegrías,
para reventar el silencio.
El anhelado triunfo,
que acompaña el éxtasis,
las palabras no dichas,
batallas pendientes,
pasiones que estallan.
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