Hoy es otra vez,
noche fría donde el cansancio me abate;
hoy como ayer y antes de ayer.
Nuevamente te conviertes en suspiro,
como cuando te recuerdo al amanecer,
sea mañana o el día después.
Te nombro,
el silencio es el de siempre;
él ha venido a reemplazarte de hace tiempo.
Hoy es otra vez,
una noche fría e indómita;
tiembla el recuerdo y vuelvo a extrañarte.
No estás y tampoco estoy yo,
tal vez no estoy yo para ti,
siendo así que yo decidí abandonarte.
Me nombro,
hay eco en mis palabras;
se confronta la ausencia con la alegría.
Hoy es otra vez,
pero a la vez ha dejado de serlo;
siento tristeza pero no hay desamparo.
Debe ser por el florecimiento,
aquel que me regalo el otoño,
por mi estrella de octubre y mi lluvia de noviembre.
Te nombramos,
ellos también son parte;
yo te hago legendaria para que ellos te recuerden.
A Cecilia.
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