Resurrecciones


Te recuerdo Cecilia,
como Víctor recordaba a Amanda,
tanto como la noche de las 11:53.

Debe ser por las luciérnagas,
o las estrellas que brillan igual,
porque a donde miro ahí estás.

Te abrazo a la distancia,
con amor y nostalgia,
entre esperanza y ensoñación.

Ya no hay dolores,
sólo recuerdos dulces,
renovaciones de vida.

Me sigue asaltando la oscuridad,
el deseo de saberte,
aunque sea a la mitad de la noche.

Creo que ya no te espero,
porque sé que siempre estarás,
bajo dulces, colores, campanas y flores.

Te sigo anhelando,
sin embargo reapareces,
más allá de tu celeste resguardo

Estas sin estar,
presente tan en lo imprevisto,
como las resurrecciones.

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