El llanto de la paloma

Paloma que vas a internarte en lo alto del cielo, que maltratada yaces a los pies de la justicia y la paz. Dignidad maltrecha, dolor de los herederos del hambre; debe ser que te has decepcionado del mundo, de su humanidad carente y su cotidiano andar en plástico. Quizá por eso ya no vuelas alto, por eso has bajado de tu lugar en la catedral.

Vienes a defenderte, a llenar tu pico con las balas de la libertad. Ya sólo tenías traición y angustia, saqueos y violación.

Han ultrajado tu nido, maldecido a tu descendencia, desaparecido tu historia; sin embargo sigues aleteando, levantando el polvo de los muertos. Con tus alas podrías escribir sobre la belleza de la libertad, mas es en tu pecho donde se ahogan los secretos, los trasfondos, las nimiedades del poder. Ya no vuelas paloma mía, parece que te han dejado de querer.

Te invaden aves de otras tierras, vienen a dominar tu cielo, a trabajar tus tierras y a olvidar tus esfuerzos. Traducen en agonía tu vuelo, en arrastres cualquier intento de rebeldía. Vienen acompañados de gavilanes de mala estirpe, de los que viajan con insignia oficial. Aseguran proteger tu reino, pero tus alas han quebrado y de tu grano han tomado control.

Son traidores, mustios y asesinos, sobornados con los soles del patrón. Quieren arrebatarte el alma, someterte a vagar por el suelo y quebrantar tu sonrisa. Intentan atemorizarte, hundirte en el miedo, pues no hay esclavo más devoto, que aquel que tiembla hasta por el viento.

Corren por tus ojos, la belleza de los campos, de las huertas y los lagos, de un pueblo hermanado. Sonríes y en tus sollozos está presente la libertad. Un deseo acallado, unas plumas que no paran de luchar. Hay en tu pulso apesadumbrado, un llanto que exige la verdad. Aún tienes una caricia para los campos y ganas de salir a gritar y recuperar tu propiedad. Bien sabes que esos buitres te van a traicionar, que han venido a encadenarte y a tu familia acribillar.

En este loco mundo todo se puede terminar, no cabe en este cielo, algo que no puedas imaginar. Mira el cielo paloma, no olvides que en tu espalda florece la cultura y el esfuerzo incesante.

No dejes que te callen, que tu canto se pierda entre su metralla. Sal en compañía de tu raza, no dejes que nadie los vuelva a amedrentar. Vuela alto paloma, no dejes de llorar, que ese llanto fertiliza la tierra donde hoy por tu patria morirás.



A ese México que hoy se organiza para levantarse y luchar, que defiende a su familia y lucha por la justicia y la dignidad.

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