Ella era una niña normal, con más problemas que una niña ordinaria, pero con más corazón que una niña común. Una tarde entre juegos y miradas al mar, su corazón lastimado al hospital fue a dar.
Su salud entristecía, pero la belleza de su corazón palpitó y en el momento de mayor angustia, un ángel la sorprendió. Su mejilla acarició y su sonrisa redibujó. Le entregó la mitad de su vida y un oso de peluche le regaló.
La dulce niña ahora resplandece en un mundo de ilusión, de la mano de su oso y del ángel que ese día en ella esperanza encontró.
Llegaste
Llegaste en la mañana que canta,
con la alegría del sol y el alba,
entre el rocío de las flores
y el sonido del viento que silbaba.
Lucias tímida y entusiasmada,
la sonrisa en tu cara se plasmaba,
miraste mis ojos tristes,
y ahí supe que te amaba.
Tan sólo te tomó un instante,
el corazón de ambos vibraba,
y mientras la vida seguía,
yo más de ti me enamoraba.
Historia para el insomnio de dos niños y su mamá
Ella era la asistente de la luna, encargada de encender todas las estrellas al llegar la noche. Él era un soñador, confidente de la luna
Un día el sol brillo muchísimo y ella quedo deslumbrada, la luna tenia que brillar y no había quien encendiera las estrellas, entonces pensó en su amigo y confidente, fue así como ellos se conocieron.
Juntos encendieron las estrellas y caminaron por el universo, al final de la noche, ya se habían enamorado.
Liliana
Tu voz es melodía de luna,
tu piel tersa y suave,
como la de un durazno,
pero tu sonrisa,
ella hace latir corazones.
Sonríe y sigue luchando,
siente y vive día a día,
pues en tu dulce alegría
mueves montañas y
siembras amor y rebeldía.
De sol a luna.
Dame un abrazo al llegar la noche, yo te arrullaré a la luz de las estrellas. Dame un beso en la mañana, yo despertaré para enseñarte del mundo. Toma mi mano y descubramos lo insólito.
Y nunca dejes de sonreír, pues en tu mirada se envuelven las estrellas, es por eso que tus ojos brillan bonito; pues en tu sonrisa se inspira el sol y así puede reflejar su belleza en los rayos que iluminan el espíritu de los hombres.
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