Breve relato de los dos

Él y ella viajan por el mundo, cabalgando bajo las ilusiones y la rebeldía. Viajan entre nubes de revolución y sueños añejos, entre las promesas de abril y las agonías de diciembre. Sueñan, irremediablemente se entregan a la fantasía y el placer, al abrazo cálido y la creación de nuevas realidades, donde no hay restricción moral ni ideológica.

Envueltos en sensualidad y guerrilla, en encuentro fortuitos del más profundo amor. Cantando, riendo, bailando, pero simplemente a mitad de la nada, en expensas de todo.

Él y ella, sonriendo a la adversidad, emergiendo en aguas cálidas, en bosques nevados, dando pasos por e mundo, tomando de la mano el futuro de sus corazones. Exclusivos de sí, de la sincronía de sus miradas; exclusivos de cualquier lugar que no sea la patria, que no sea su tiempo, su espacio relativo en la existencia material.

Ante sus deseos ayer es igual que mañana, ya que el futuro se ha visto sometido a su suerte, a la intensidad de sus besos y sus abrazos, al amor que se entregan sin restricción de humanidad.

Él y ella navegando en lo desconocido, sin reglas y apegos estrictos, tan sólo amándose en medio de ciudades en guerra, viviendo el idilio y la revolución. Desarmados, anteponiendo el instinto a la razón; podría decirse que viven descorazonados, bajo un sólo latido, pues comparten el aliento y la esperanza de un mundo adecuado para su amor.

Acarician las estrellas, se entregan a mitad de la noche, entre misticismo y tradición, entre alboradas y luces de plata.

Él y ella, imbatibles, incansables, indomables; en interminable aventura, en el borde de la creación. Para ellos no importa el tiempo, ni siquiera la salvación, sólo aguardan al contacto de sus cuerpos, a la satisfacción de su corazón.