A mi madre

Viernes 10 de mayo 2013

Te escribo nuevamente, así te siento más cerca.

Y es que doy un paso y recuerdo las ilusiones que construiste. Doy otro paso y vuelvo a sentir tu mano aferrándose a mi piel. Me obligas a observar, a correr, pero el miedo retira mi mirada, me obliga a detenerme; no hay crueldad en lo que haces, en realidad te motiva el amor.

A tu lado no importan esas utopías de justicia e igualdad que cocinan los filósofos e intelectuales, esos sueños de futuro que los guerrilleros y románticos empedernidos se dedicados a parir; tu eres el real alcance de la revolución, de la lucha libertaria, la autonomía, la justicia y la dignidad. Eres madre, madre de la consciencia y la transformación.

Tu lucha es ferviente, silenciosa, repleta de tácticas de amor, bondad y los más nobles ideales. Siembras en tu vientre la semilla de cambio, permites que con caricias y cuidados florezca el corazón de la humanidad, sin embargo, tu perfil es tímido, carente de grandes presentaciones, a veces, incluso, te presentas en la más modesta y humilde apariencia; a fin de cuentas en ti eso es secundario, basta con mirar tu alma y endulzar el espíritu, con sentirte.

Eres esa voz que viaja en las noches de angustia, la caricia que el viento atrae en las tardes que regreso abatido por el mundo, la mente crítica que me permite distinguir entre lo correcto y lo que vale la pena echar abajo. Eres el pecho hinchado, las manos trabajadoras, el amor incondicional, tierno e interminable.

Luz que disipa los miedos, rocío que enriquece el amanecer. No hay manera de agradecer a la vida, pues ella parte con tu sacrificio y entrega. No importa si yaces en el recuerdo o en la habitación contigua, no importa si es a kilómetros de distancia o en un rebozo en tu espalda, el sólo hecho de pensarte acaricia las fibras más sensibles de aquello que hoy conozco como tu hijo.

Eres madre mía, mi más bello recuerdo, mi refugio y mi sensación de bienestar, acudo a tu amparo una vez más. Soñando, luchando bajo tu sombra de cariño y protección. Espero nos veamos pronto y nuevamente cuente con el abrazo que has legado, con la alegre rebeldía que sembraste en mi corazón. Te amo.

Pd: gracias por todo, algún día me volverás a enseñar, lo sé; quizá ya lo haces.


Dedicado a Cecilia, Lucia y toda aquella persona capas de conformar la ilusión de la vida.

1 comentario:

  1. Excelente prosa, que transmite el sentimiento de la mas pura muestra de cariño hacia el ser mas amado, el primer amor, el mas sagrado! Felicidades por tan hermosa composición. Atte: @SuspiroDeMar.

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