Réquiem para una patria indiferente

Aroma a patria que se levanta desde lo hondo de las cloacas y el asfalto, que se cubre por una lluvia melancólica y un anhelo de mañana inconcreto... el mismo discurso de lucha y quebranto que ha acompañado la marcha callejera, los acordes fúnebres y funestos de la primavera mexicana, eso significa esta misa de muertos, la muerte de la indiferencia, de la apología del dolor… hoy se reescribe la historia.

Hoy las consciencias marchan, escriben, gritan, transforman el mundo. Es el día en que un pueblo despierta y sale a las calles para hacer un llamado a la historia, a los ídolos caídos, a la memoria que se había relegado y desvanecido en el fantasma de las instituciones.

No es que el relato oral se haya equivocado al nombrar a esta generación como los herederos de la revolución, es simplemente que confío a la cultura y a las artes la labor de reestructurar la identidad del hombre. En tono de la menor o en estribillos que surgen desde Viena, esta patria se levanta, con la sangre hirviendo, la frente empapada de sudor y un grito ahogado en la garganta, un alarido de raíz latina, de origen burgués… de final proletario.

Así es como esta sociedad de origen guerrero y espíritu inquebrantable desfila por los caminos que ellos llenaron de infamia, con las consignas que censuraron y con la sabiduría que nos obligaron a renacer. Las nubes se agolpan alrededor de nuestra plancha, respetan nuestro cortejo de muerte, pues este réquiem con sabor a reyerta de antaño nos llama a enterrar el conformismo y con él a los fantasmas que robaron nuestro amor a México.

No es Mozart a quien se dedica esta misa, es la patria que ya no queremos, la que nos olvida, la que nos segrega, la que nos humilla y doblega. Nunca más arrodillados, pues si Mozart viviera con nosotros anduviera. Hoy nosotros renacemos, fluimos y golpeamos con nuestra sapiencia, demostrándoles que pueden arrodillarnos mil veces, pero siempre nos levantaremos para seguir en pie de lucha.

Conformarse es la muerte del espíritu, la lucha es tan sólo una forma de trascender, Si no ardemos juntos quien nos iluminará en esta oscuridad.

3 comentarios:

  1. "...Eso significa está misa de muertos", " , Si no ardemos juntos quien nos iluminará en esta oscuridad." No pudiste decirlo mejor. Los muertos presentes, pasados y futuro, muertos de cuerpo y/o alma. Vivos unidos por una melodía mejor

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  2. Cómo diría Ovidio y dijo bien «...Un Dios habita en nosotros / y cuando se agita, ardemos»

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  3. Gracias por sus comentarios, ustedes engrandecen este blog. Muchas gracias de verdad.

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