La re-evolución de la consciencia

Con cierta amargura ha llegado la noche, la lluvia sigue incesante en el choque contra el pavimento y la primavera... poco a poco se diluye la primavera mexicana.

Soy psicólogo, llevo una vida fácil para algunos, difícil para otros tantos, no me preocupo mucho por las restricciones del destino, ni por el desamparo de la actualidad. Podría decirse que lo que hago es bien hecho, simple y contundente, siempre he intentado imprimir ello en lo que hago. El eje rector de mi andar son los principios, bien forjados o endebles, me apego a ellos y a lo que puedo transmitir mediante esta guía moral y ética.

Sueño y mis sueños intento concretarlos en realidades para mi y la gente que amo, la que trabaja de manera honrada por este país, no es presunción, pero soy inteligente y sensible, eso me ha hecho poseer amigos de toda índole, acaudalados y humildes, de derecha e izquierda, buenos y no tan aceptables, pero todos tienen algo que enseñar a este mundo. Algo que decir y que contar, pueden ser sus necesidades o su historia, su sufrimiento o su lucha. Todos son dignos de escucharse.

Mi labor es tal cual la de re evolucionar consciencias, tengo la virtud de borrar tristezas y vender sonrisas, de  causar tímido bienestar; lo hago bien, creo. Es en esa virtud que camino día a día como el sembrador, dejando caer una semilla en cada persona, esperando que florezca y que de un fruto mínimamente agradable para la sociedad, pues si, a pesar de mi encriptada personalidad siempre pienso en los demás.

Hoy México es hundido en la tierra, los meses dentro del ataúd le permitieron anhelar, y aunque ellos, los que robaron la inocencia y manipularon la información hayan triunfado, este pueblo sigue vivo, tomado de la mano, pero sobre todo dispuesto a transformar el país, aunque para ello tenga que escarbar desde su tumba hasta el sol, aunque se tarde 6 años en remover la tierra. Este país vive y palpita y es esa gente la que hoy inicia esta transformación. Hoy no son psicólogos los que re evolucionan la consciencia de la gente. Son obreros, campesinos, comerciantes, empleados comunes, es el pueblo mismo el que marcha hacia el cambio; tal como lo predijeron las profecías del socialismo.

México ebulle y se levanta cual vapor, luchando contra su historia, contra la indiferencia, pero sobre todo, contra los fantasmas que ellos le hicieron creer. Este pueblo derrama sangre, pero es ese mismo olor de muerte lo que activa su sobrevivencia. Esta noche termina la incertidumbre y recomienza el trabajo duro por una patria incluyente, esta noche es oscura, pero los ojos de la gente noble y trabajadora deslumbran.

Hay furor y fuerza, te amo México, estamos en buenas manos, las de tu pueblo.

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