Suave clamor de la lucha y la revolución

Poca cosa tienen los cerros, se desgajan sin control, parecieran guerreros caídos en las fauces del colonizador, se ven las marcas de la muerte, llantos de injusticia y desolación, no hay más que el sufrimiento de mi gente, pueblo desconsolado y envuelto en el terror.

Sin embargo se alzaran los inmortales, las sombras del que su realidad denegó, con el orgullo en lo más alto, por la causa del perdedor, ese que con ideales románticos y un grito ahogado en la memoria se aventura a la derrota del controlador. Sin más remiras va al frente, enalteciendo el orgullo libertador, oponiéndose al viento, la miseria y el dolor. A pesar de dejar atrás un rastro de sangre se dirige al encuentro con el destino, a una realidad que sólo soñó.

Rumbo a una aventura sin igual, envuelto entre lágrimas y regocijo asesta los colores de su honor en la quijada de su enemigo, enaltece su espíritu, tan alto como una constelación. Ya no piensa en el pasado, sólo en la humilde libertad, anhelo que guía su gloria y su grandeza.

Canto libertario y lleno de esperanza, furia en forma de pólvora; sonoro estallido por un futuro mejor. Sentimiento tricolor, buscas la vida a cambio de la muerte. Buscas vivir en el panteón de sentimientos que oprimen tu grandeza.

Se desgajarán los cerros, lloraran las viudas de esos inmortales, pero el ideal y la tierra será de quien vive libre, del que se guía pos su corazón, del que lucha por la justicia y un futuro mejor

Suave patria, que estas en formación que careces de sentido y estas llena de manipulación, de la corrupción de quienes te dirigen, de quienes sangran tu dignidad; llora por tus hijos, por los inocentes que te rescataran de la opresión.

Sombras que pierde el viento, que se esfuman en la polvareda y la desolación, ríos de sangre que  nos devolverán la tierra, que nos unirán en el suave clamor de la lucha y la revolución

Suave patria celebra y goza de tu grito de cenzontle, llora suavemente, con esas cuatrocientas voces de cañón que tu gloria está al frente, en las fauces del dictador.