El susurro del viento

Cantando en la noche puedo olvidar la angustia y acariciar a tu alma que se encuentra allá en la distancia, disfrutando del arrullo lunar.

El mismo pensamiento una y otra vez, tu voz, la que se embiste contra el silencio y el abandono.


El canto dulce que esta noche me inspira. No me importa repetirlo, eres dulce melodía que se interno en mi corazón, el alma que el viento trajo hasta mí en una irreparable sinfonía.


Vivo de recuerdos que me nutren, pero puedo dejar muchas historias en el pasado; esta noche hay una que traigo clavada, la dulzura de tu voz.

Embriágame de ti, de tu cariño, de ese canto que se ahoga en mis sentidos; del eco de tu voz que no puedo despegar de lo hondo de mi corazón.

Y cuando tu corazón llegue a ser enteramente mío, podré dormir arrullado. Contemplar la noche en tus ojos, cantarle a las estrellas.

Grita, entonces, di lo que esta noche tu alma quiere dejar escapar, que sea dulce melodía perdida en el viento, el arrullo que necesito escuchar.

Y ahora que el viento me ha traído tu respuesta, podré dormir en silencio, repitiendo una y otra 
vez la miel de tus palabras.

Levantaré mi inspiración hasta alcanzar tus labios, hasta la sublimación del alma. Hasta 
deshacerme del tiempo y la distancia.

Otra vez y para siempre, hasta el momento en que tu voz me vuelva a hipnotizar.

1 comentario:

  1. Gracias por escribir cosas tan hermosas que nacen desde tu corazón. Espero sigas así siempre. Un beso

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