Quererte mucho (#1)

La barba se llenará de canas,
ya se alcanzan a dilucidar,
es el implacable tiempo,
la vida que se me va.

Igual y es la tristeza,
los amigos y compañeros,
la familia y las entrañas,
aquello que también se va.

Se van y yo los pierdo,
ojalá fueran a regresar.

Les diría que los aprecio,
que hoy compré un peluche,
porque representa inocencia,
tiene ideales de eternidad.

Lo atesora lo mejor que hay en mí,
los relucientes destellos marrón,
está cálido en medio de su pecho,
anhelando el mañana inmediato.

Es por eso que espero,
ya que siempre tarde en entender.

Duelen la madre, la abuela,
los hermanos y paganos,
quienes esperan mi búsqueda,
o mi intermitente voluntad.

Tambíen los que he de reencontrar,
los ausentes y olvidados,
víctimas de mi ceguera,
de mis conflictos en el tiempo.

Van en mi piel adheridos,
como recuerdos de tiempos felices.

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