Incertidumbre

Las huellas de esta sociedad son fuertes, están llenas de esfuerzos y hermandad, de una cultura rica en tradición; de gente trabajadora, honesta, estupenda. Vivimos de un pasado duro, con esperanza de una vida mejor, vivimos en medio de la incertidumbre, viajando de aquí hacia allá, cual nómadas que aun buscan encontrar el sabor a patria que poco a poco se pierde en la modernidad, en el clasismo, en la discriminación.

Esta patria lucha e intenta mejorarse, intenta a veces a traspiés llegar a lo alto que se imagina, hasta donde su orgullo propio le permite mirar. Somos psicópatas que se pierden en medio de una multitud inanimada, autómatas que de manera infranqueable siguen la misma rutina, hundiéndose más en el ciclo de muerte del alma, en la enajenación.

Nos unimos en defensa de causas increíbles, de la protección del desprotegido, pero siempre buscamos el reconocimiento, una estrellita en la frente que nos reconozca nuestra “desinteresada” labor, nuestro activismo. En este mundo tan perdido y decadente nunca fue más cierto el refrán popular que dice: Cada quien lleva agua a su molino.

No obstante del desconocimiento de nosotros mismos, de la tristeza que nos rodea siempre hay luces en el camino, señales que dan esperanza…  AMO a México, pero… en este momento no encuentro esperanza.