Y volver a soñar

Mirando tu cielo rojo, donde se estanca mi despertar, donde el sabor a sudor y pasión se fusionan con la suavidad de tu piel. Sueño despierto, quizá porque el calor de tu cuerpo me obligar a anhelar el futuro, a concentrarme en tu estertorea respiración.

Espero pasen las horas, me muero por sentirte cerca una vez más, perderme en tu mirada, tu piel que refleja el color del amanecer y esos besos que me embriagan y sacian está inmensa sed.  No quiero otra cosa que sentirte cerca, fundirnos en este calor, ser uno sólo, amarte con pasión

Eres agua, fluyes conforme el sol te acaricia; tu cuerpo mojado me induce a la perversión al éxtasis de los sentidos... a tu amor. Eres viento, que me eleva por el universo, que me obliga a mirar tu grandeza y a sentir el latido de tu corazón.

Eres camino de flores y azúcar, camino que conduce a la gloria al deseo a la gloria de un mañana. Esta mañana la ventana se tiñe en dorado, permitiendo que tu piel se coloree con color canela, con aroma a vainilla y gardenias, pero...  no importa como se dibuje el amanecer, es tu caricia la que se tatúa en mi piel, la que agobia mis emociones y me obliga a estremecer.

Dibujo tu cuerpo con dedos que pincelean tu belleza; tus besos dan color, tus manos llevan a la perfección, pero son esos ojos, los que aportan calor, los que obligan a dormir nuevamente, tan sólo para volverte a soñar.

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